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Gabinete de improvisación: el experimento jurídico de Toño Menéndez

Culiacán, Sin, 22 de mayo del 2025.- En Ahome, el pragmatismo político parece haber sido sustituido por una peligrosa fórmula: la improvisación disfrazada de renovación. El nombramiento de Vladimir Herrera como nuevo director Jurídico del municipio ha encendido señales de alerta, no solo por el perfil del designado —aún estudiante de Derecho en la Universidad Autónoma de Sinaloa— sino por lo que esta decisión revela del estilo de gobierno que está consolidando Antonio Menéndez.

Más que una anécdota aislada, este hecho se suma a una serie de nombramientos erráticos y perfiles cuestionables que comienzan a definir el gabinete municipal como un experimento político de Frankenstein, donde las piezas no terminan de encajar. No se trata solo de juventud o inexperiencia: el cargo de director Jurídico exige conocimiento técnico, responsabilidad legal y, sobre todo, legitimidad profesional. Nombrar a un estudiante en ese puesto es una apuesta que bordea la irresponsabilidad administrativa.

La administración pública, por más voluntad política que tenga, no puede funcionar con improvisaciones. El gabinete de cualquier alcalde debe ser el reflejo de un compromiso serio con la ciudadanía, y eso comienza por garantizar que los responsables de áreas clave reúnan los requisitos de formación y experiencia para ejercerlos. ¿Puede un estudiante —por brillante que sea— representar legalmente al municipio en juicios, convenios, litigios y dictámenes jurídicos? ¿Qué mensaje se le manda al gremio de abogados, a las universidades y al mismo servicio público?

Antonio Menéndez, en su intento por marcar una ruptura con prácticas anteriores, corre el riesgo de repetir errores bajo una nueva envoltura. La inclusión de jóvenes o perfiles emergentes no debe confundirse con la renuncia a la competencia técnica. La política necesita renovación, sí, pero no a costa de la eficacia institucional. Gobernar no es hacer casting de lealtades, sino asumir la responsabilidad de construir un equipo capaz y profesional.

La ciudadanía ahomense no votó por ocurrencias, sino por soluciones. La legalidad, la transparencia y la capacidad técnica deben ser pilares, no adornos, en cualquier administración. Si este gabinete sigue armándose con retazos más simbólicos que funcionales, los tropiezos de hoy pueden convertirse en crisis de mañana. Porque cuando lo jurídico se vuelve anecdótico, lo político se convierte en una caricatura. Y Ahome no está para eso.

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